jueves, 21 de marzo de 2013

AVICENA, EL PROFESOR DE GEOGRAFÍA Y EL LIMÓN




AVICENA, EL PROFESOR DE GEOGRAFÍA  Y EL  LIMÓN

En el colegio donde estudié la secundaria, nuestro querido y recordado profesor de Geografía, el sabio ecuatoriano  José Noroña Luzuriaga, nos  deleitaba en cada clase con anécdotas y descripciones referentes a regiones y  países a los que nos hacía viajar y visitar , literalmente hablando, en forma tan vívida y real, haciendo uso de nuestra joven imaginación y sed de conocimiento. Nos relataba historias y anécdotas de las vidas de gentes comunes y personajes notables de cada ciudad, de sus costumbres, gustos, comidas y folclores, en cada  lugar a los que se refería en sus maravillosas clases. No se atenía solamente a la fría y  a veces aburrida descripción de nombres, cifras, datos y descripciones orográficas e hidrográficas de los lugares, sino que ingresaba en la esencia misma del alma de cada aldea, montaña, río, región o país.  Cuando le tocó el turno al mundo árabe y en especial a la otrora Persia, hoy Irán, nos contaba de la enorme e inigualable riqueza  cultural, artística y científica que esa parte mágica del mundo ha aportado en el desarrollo de la humanidad. Eran horas inolvidables en las que nadie se perdía una sola palabra de lo que el ínclito profesor nos contaba con tanta sapiencia, bondad y sabiduría, en forma tan  entretenida, profunda, anecdótica, muchas veces simbólica y  siempre colorida, que sus conocimientos impartidos han quedado grabados en forma indeleble en las mentes y corazones de sus alumnos.


 Uno de los tantos personajes notables que recuerdo nos hizo aprender  de la cultura árabe es el poco conocido actualmente Abu'Ali al-Husayn ibn'abd Allah ibn Sina, o Avicena, un médico y filósofo  nacido en Bujara, cercano al Mar Caspio y hoy Uzbekistán,  antes Irán, en el año 980 DC. Era un niño precoz que antes de los doce años, nos decía el profesor, ya había memorizado el Corán. La mayoría de nosotros no sabíamos casi nada sobre esta obra, pues muchos entendíamos que las únicas escrituras que hablaban de una concepción monoteísta eran la Biblia Judeo –cristiana. Entonces él se tomaba el tiempo suficiente para darnos una breve pero valiosa ilustración del subtema en mención,  y nos explicaba que el Kurán, al-Qur’an o Corán es el libro sagrado del Islam y que para ellos contiene la palabra de Dios o Alá y que fue transmitido por el ángel Gabriel, en revelación,  a Mahoma, en el transcurso de su estancia en La Meca y Medina desde el año 612 hasta su muerte, en el año 632.  Y abundaba en detalles como éste, con fechas y sitios, en digresiones sabrosas y anecdóticas que nos deleitaban de manera suma.   Nos decía, por ejemplo, que su liturgia es exclusivamente en árabe, que su significado básico en ese idioma significa recitación y  cuando Mahoma las proclamó a sus seguidores, éstos las memorizaban o, en ocasiones, las escribían en hojas de palma, omóplatos de camello, pieles de animales o materiales similares. Nos quedábamos  perplejos. Abundaba en  detalles y nos decía que la escritura árabe, al igual que el hebreo original son lenguas sintéticas que sólo denotan las consonantes y no las vocales y que por tanto dan origen a varias interpretaciones; que está dividido en 114 suras (capítulos) y cada uno de ellos tiene un título diferente subdividido en aleyas (versículos) -nos hacía notar la similitud con la estructura de la Torá judía-, y que en cuanto a su extensión su contenido es similar al Nuevo Testamento de la Biblia cristiana;  que se presentaron los textos en una forma inteligente para no aburrir, nos decía de manera jocosa,  como debería ser todo buen libro, es decir, no en forma cronológica  sino que su orden obedece a la extensión decreciente de sus capítulos, de tal manera que la sura más larga, la segunda , tiene 286 versículos y las más  cortas , 103, 108 y 110,  apenas tres aleyas.  Nos quedábamos alelados por tanta sapiencia.



Y siguiendo con el simpar Avicena, José Noroña nos decía que ésta es una figura muy importante en el campo de la medicina y de la filosofía.  Escribió varias obras y una de sus más notables  y  más conocida es Kitab ash-Shifa (El libro de la curación), un compendio de tratados sobre lógica, metafísica, antropología aristotélica, ciencias naturales  e inclusive psicología,entre otros temas, sobre el  quadrivium pitagórico (geometría, astronomía, aritmética y música) y metafísica, en la que se reflejan profundas influencias aristotélicas y neoplatónicas. Y el profesor nos decía que escribió otro libro muy significativo que contiene conocimientos que han trascendido su época y se mantienen  hasta la actualidad. Se refería a el Al-Qanun fi at-tibb (o canon de medicina), el libro médico más conocido de su tiempo y que  es una recopilación normalizada de los saberes  que  sobre fisiología  tenían  los médicos de Grecia y Roma, a los cuales él añadió sus aportes  e innovaciones producto de sus investigaciones personales como científico y pensador.  En sus textos  Avicena afirma que el limón es una muy buena cura  contra la ictericia, los vómitos y la mala digestión.  Además él describió el limón como la mejor medicina para las enfermedades del corazón, recomendando su consumo para las mujeres embarazadas y las personas con hepatitis.


El querido profesor de Geografía, un enciclopedista ufano y singular, hombre de trato sencillo y afable que alguna  vez olvidó sus calcetines y aparecíó  a clases con facha de Julio Iglesias, el cual  entiendo después le emuló en ese innovador  detalle, reemplazaba a cualquier colega  suyo que había dejado inopinadamente a sus educandos sin la instrucción debida  por alguna ausencia  circunstancial  a clases y  nos invitaba a  ingresar al aula -lo cual lo  hacíamos obedientemente y con el mayor placer,  como si de una matinée para asistir a la película de moda se tratase-  y seguía el curso de la materia en desarrollo, cualquiera que ésta fuese, con absoluta solvencia académica, para nuestro asombro y beneplácito.

Estudiante rosacruz confeso y un hombre de bien inigualable, trascendió este plano denso en forma silenciosa y casi anónima, harán ya más de veinte años; nos legó a sus alumnos y amigos que tuvimos  el honor de conocerlo y aprender de él, un  tesoro especialísmo de enseñanzas y sobre todo, sembró en sus alumnos el incentivo de la curiosidad  intelectual y espiritual  y el acicate para buscar la verdad  y la luz a  través del conocimiento.


Tanto en la lejana infancia como en la activa adolescencia, el limón era el sabor  fiel  y compañero que ayudaba a paliar  ciertas hambres atrasadas y la muchachada en algarabía  degustába muchas veces  la sngular fruta aderezado peligrosamente  con sal. Es interesante saber que en la composición del limón  se encuentra  el ácido cítrico y por tanto muchas personas pensarían que su excesiva ingesta  lleva al organismo hacia el desequilibrio  del potencial de hidrógeno o Ph, (Pondus hidrogenii) en nuestra sangre,  más claramente, hacia la acidez (el cuerpo humano produce ácido de forma continua) y por tanto  haría que los gérmenes y bacterias dañinas ataquen el cuerpo  con mayor facilidad. Pero no es así.




COMPOSICION

Lo qué más tiene el limón son sales minerales. Tiene  pectina,  azúcar,  caroteno, vitaminas - tiamina, riboflavina, ácido ascórbico, la rutina, los flavonoides y minerales - calcio, hierro, silicio, fósforo, manganeso, cobre, derivados de la cumarina y sesquiterpenos (con beneficios para el corazón y la presión sanguínea).

Cuándo nos tomamos el zumo de un limón, los ácidos cítrico y málico (abundante éste en las sidras y en las uvas) son eliminados rápidamente por los pulmones en forma de ácido carbónico y en el cuerpo solo quedan las sales minerales que se unen al carbono formando BICARBONATOS DE CALCIO (esta es otra maravilla de la naturaleza de lo cual m ocuparé en oportunidad cercana) y de POTASIO ( que es el catión o ión positivo más importante de todas las células de los organismos humano y animal, e indispensable para la función celular) que al pasar a la sangre la alcalinizan o hace básica, o sea con un Ph sobre el 7.4 neutro. Y sabemos que un cuerpo alcalinizado en forma ligera  es prácticamente inmune a casi todas las  enfermedades.

Ahora, nuestro organismo posee fisiológicamente dos sistemas para la eliminación del exceso de ácidos,  a saber:
1) Los pulmones que eliminan los ácidos volátiles procedentes de la degradación de las proteínas vegetales, como los ácidos cítrico y málico (del limón), oxálico, oxalacético y betahidroxibutírico. Todos éstos ácidos se transforman en ácido carbónico, del cual eliminamos de 13.000 a 15.000 nmol H+ por día.(*)  2) Los Riñones: Eliminan los ácidos fijos, no volátiles, (originados principalmente a partir de la transformación metabólica de las proteínas contenidas en los alimentos, sobre todo a partir de los aminoácidos como el esencial llamado metionina ( azufrado)  y la cisteína, por tanto procedentes de la degradación de las proteínas animales tales como los ácidos úrico, sulfúrico y fosfórico. De éstos sólo eliminamos 10 nmol H+ por día. De esta manera podemos comprender más fácilmente que una alimentación rica en carne, es mucho más acidificante que un régimen más vegetariano. (Otra razón más para comenzar a ser lacto-ovo-vegetariano) y por tanto una alimentación más equilibrada habrá que tener sobretodo verdura cocida y cruda, cereales, legumbres y frutas. Sabemos que el hombre necesita de proteínas. La estructura de los aminoácidos que la conforman, tomados individualmente, es IDÉNTICA ya sea de un poroto o de un pedazo de carne de vacuno. Es  decisión vuestra  decidir  su fuente.

PROPIEDADES: Antipirética, hace bajar la fiebre. Antipruriginosa, contra los picores, también se puede aplicar localmente. Hemostática, para parar hemorragias (nasal, gástrica, renal,..) Para tratar las gastritis, ya que es un cicatrizante de la mucosa gástrica. Clínicamente se ha podido observar que las úlceras gastro-duodenales muy a menudo están asociadas a una carencia de vitamina C, y que se tratan eficazmente con limón. Antiescorbútica, el escorbuto aparece en la carencia de vitamina C que da: cansancio, pesadez y dolor de las piernas, úlceras y sangrado de las encías. Para las aftas y las llagas de la boca de niños y adultos, hacer unos toques con miel y limón. Antioxidante,rejuvenece luchando contra los radicales ácidos. Remineralizante, recomendado para personas anémicas, niños y adolescentes, mujeres embarazadas o que están criando, convalecientes,... El limón contiene de 40 a 50 mg. de vitamina C por 100 gr, que es necesaria para mantener el nivel normal de hierro en el hígado y en la sangre.Antiséptica y desintoxicante

ACCIONES: Estimulante de la secreción gástrica y pancreática. Acción colagoga. Anti- hemorrágica y hematopoyética gracias a la vitamina C, al caroteno y a la pectina. Cardiotónica y diurética, pues el limón disuelve los ácidos úrico, oxálico y otros que se acumulan en las articulaciones. Contra la arteriosclerosis, las placas de ateroma están hechas de una “pasta” que contiene grasas y colesterol, que se acumula en el interior de las arterias y las venas obstruyéndolas. El limón fluidifica la sangre, disolviendo esta pasta y facilitando su eliminación. También vuelve las venas y las arterias más flexibles. Los citratos de sodio y de potasio tienen un gran poder depurativo, disminuyen la viscosidad sanguínea, (sangre espesa), regulan la presión arterial aumentando los intercambios celulares a nivel de los capilares. Esto hace que el limón esté muy indicado en los problemas circulatorios como flebitis, trombosis, varices o hemorragias. 
El limón es un buen agente preventivo y terapéutico (el mejor entre todos los cítricos), para la aterosclerosis y avitaminosis. En la actualidad, el jugo de limón y aceite de limón se utilizan para mejorar el sabor y la seguridad de los medicamentos


CÓMO HAY QUE TOMARLO: El zumo de un limón al levantarse con un poco de agua tibia, es la mejor manera de comenzar el día. Si lo encuentran demasiado ácido, le pueden añadir una cucharada de miel, pero nunca azúcar que le altera sus propiedades químicas. Los primeros días les puede parecer que les da ardor de estómago, o nauseas, o estreñimiento, etc... Pero pensad que la reacción será tanto más fuerte según lo que lo necesitéis, o sea que un poco de paciencia y al cabo de una semana aproximadamente estos inconvenientes desaparecerán y se podrá descubrir los efectos benéficos de éste tesoro de la naturaleza. Para las personas que sufren de artritis dental o de gingivitis (inflamación de las encías), el limón puede provocar al principio una sensación desagradable, causada por la disolución del sarro, pero ésta sensibilidad desaparece con el tiempo y el sarro también. Mientras dura ésta sensación, se puede tomar el zumo con una pajita. 

CURACION CON LIMÓN: antes de empezar una cura de limón, es preferible haberlo tomado por las mañanas durante una temporada, para estar seguros que nuestro cuerpo lo tolerará bien. Si es así, una o dos veces al año (con una separación de seis meses), se puede hacer una cura para ayudar al cuerpo a desintoxicarse: empezar con el zumo de un limón en ayunas el primer día. el zumo de dos limones el segundo día el de tres limones el tercer día aumentar de un limón cada día, repartiéndolos durante todo el día antes de las comidas, hasta llegar a 10 A partir de 10 limones, ir disminuyendo cada día de un limón, es muy importante que la disminución se haga progresivamente. Contra-indicada en personas muy nerviosas o con deficiencias metabólicas importantes. El limón Representa la sabiduría de la naturaleza. ¿Qué otro remedio creado por el hombre le puede igualar? Entre tantos que se conocen, fluidifica la sangre y regula la coagulación, regula la presión arterial bajándola pero nunca demasiado.  Es antiséptica, pero respeta el equilibrio normal de la flora bacteriana. Por último, es sumamente BARATO.
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(*) De los aproximadamente 20.000 nMol que generamos diariamente. Para los poco entendidos en medidas  de unidades  químicas, un nMol es un nanomol o lo que es lo mismo, 10 -9 mol, una cantidad muy pequeñita. (1 Mol es el peso molecular de una sustancia en gramos).  José Mejía

Fuentes: Montserrat Gascón Thomas. 
 Raymond Dextreit , Les quatre merveilles végétales", éditions Vivre en Harmonie,
Internet.

Agradecemos al Sr. José Mejía, por este artículo.

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