¿ ADELGAZAR y resaltar la BELLEZA ?
¡ ES FÁCIL !
Francisco
Nieto Vidal
Dedico esta obra
muy especialmente y con todo mi cariño
a mi querida esposa
y a mi hijo
por haber creído en
mí, por haberme animado
y por su
colaboración.
Sin embargo, no
quiero olvidarme de mis amigos Jesús y Puri
a los que también
tengo que agradecer y sin los cuales
esta información no
podría haber salido a la luz pública.
A todos, gracias
por apoyarme y por comprender
mis intenciones de beneficiar a tantas
personas
que necesitan esta
clase de ayuda para obtener
una buena salud y
un mejor bienestar físico.
INTRODUCCIÓN
Dado que en estos tiempos modernos
hay cada día más problemas de salud relacionados con la incorrecta alimentación
y sus malos hábitos, y puesto que cada vez hay más enfermedades degenerativas
que son efecto de la obesidad, creo necesario y es mi intención con esta obra,
informar a la población de:
1º. Los peligros que esos
malos hábitos conllevan.
2º. La manera de
solucionar el problema por medio del estudio del mecanismo
que el organismo utiliza para la
asimilación de los nutrientes que tomamos.
3º. Qué alimentos debemos
tomar según su naturaleza (benéfica o perjudicial)
para obtener mejor salud y evitar el
sobrepeso.
4º. La manera en que el
ejercicio físico nos puede beneficiar en la salud y en la
pérdida de peso.
El ser humano está
prolongando la edad media de vida según elimina de su dieta los malos hábitos,
los muy desequilibrados y perjudiciales alimentos, los platos que desde hace
muchos años son famosos o exquisitos para el paladar pero que perjudican más
que benefician, y según va descubriendo lo saludable que es el deporte. Por
otro lado, hace poco que algunos han empezando a interesarse seriamente por la
degeneración de las células de su organismo, es decir, se interesan por
averiguar por qué muchos de los alimentos que ingerimos no alimentan sino que
perjudican, no aportan la energía necesaria y no regeneran en la mayoría de los
casos. Aun así la vida se prolonga cada vez más, pero eso no es suficiente y no
significa que hayamos profundizado mucho sobre el mecanismo del cuerpo en
cuanto a los alimentos y la regeneración celular pues, al fin y al cabo, lo que
se debería conseguir es envejecer cada vez más lentamente.
Son muchos los millones de
personas que sufren de obesidad y otras enfermedades relacionadas con la
nutrición, y también son millones las que solo han encontrado respuesta con
regímenes totalmente perjudiciales y desequilibrados en los nutrientes
principales. Es más, desde hace ya unos años parece como si solo contaran las
calorías, obteniendo como resultado dietas que les hace perder peso
temporalmente para después volver a recuperarlo. No sé si es falta de información
o es el egoísmo de algunos profesionales que tratan a las personas obesas por
lo que no solucionan muchos problemas, lo que sí sé es que es necesario
informar de cómo y por qué los alimentos se convierten en grasa y cuál es la
manera científica y práctica de combatir la obesidad. Pero lo peor de todo es
que lo que se combate es la obesidad como causa y no como efecto, una obesidad
que limita al ser humano cada vez más porque afecta a muchos de los órganos del
cuerpo, y sin embargo, no informan sobre cuál debería ser la alimentación más
saludable y rejuvenecedora.
Comiendo menos y con menos
calorías o con comida basura lo único que se consigue es adelgazar, demacrarse
y envejecer antes. La persona mal nutrida no tiene porqué ser delgada, es más,
la mayoría de los obesos están mal nutridos porque suelen comer muchos
alimentos sin apenas nutrientes y con demasiados carbohidratos inútiles y
grasas perjudiciales. En realidad es la incorrecta nutrición del organismo la
que crea la obesidad que, a su vez, genera toda una serie de enfermedades
degenerativas que afectan seriamente a la salud y al cerebro ¿No es la anorexia
una enfermedad del cerebro muy posiblemente ocasionada por una incorrecta
nutrición? ¿Por qué una persona delgada puede verse gorda y una obesa verse
normal o delgada? ¿No es una distorsión del cerebro? Y si la mala nutrición
afecta a las células, hormonas, neuronas, etc. ¿No puede ser la malnutrición la
causante de esa distorsión? Cuando veamos más adelante lo que son las calorías
vacías, los hidratos de carbono simples y complejos, las grasas saturadas e
insaturadas y otros aspectos de la alimentación, comprenderemos la cantidad de
comida basura que ingerimos y que nos lleva a perder músculo y a hacer que
descienda el metabolismo, lo que, junto a las “dietas milagro” hace que nos
estanquemos y que recuperemos el peso perdido o incluso más. Por tanto, no es
comiendo menos, ni comiendo esas calorías vacías y perjudiciales como se
adelgaza, sino conociendo cuáles son los nutrientes necesarios y en qué
cantidad debemos comerlos a la vez que hacemos algo de ejercicio.
Cuando hablamos de
enfermedades degenerativas nos estamos refiriendo, por ejemplo, al
envejecimiento prematuro; a las enfermedades respiratorias; al sistema
digestivo; al riñón; a la diabetes; a la vejiga; a las enfermedades
cardiovasculares, dentales, musculares e intelectuales; a la osteoporosis; a la
vista, etc. Estas afecciones pueden ser efecto de una alimentación
desequilibrada durante años, es decir, el efecto de comer mucha bollería, mucho
azúcar, muchas grasas saturadas, muchos carbohidratos simples, muchas bebidas
azucaradas, muchos fritos y otros alimentos que, al comer demasiados, se
convierten en grasas y además no alimentan. ¿Qué hacen la mayoría de los
gobiernos al respecto? Poco o nada, es decir, aconsejar y a veces informar lo que, por otro lado, no es
suficiente. Este es uno de los motivos que me ha llevado a escribir este libro,
yo no soy doctor pero en un momento dado y a raíz de ponerme a meditar sobre la
obesidad de algunas personas cercanas a mí, decidí interesarme por este
problema y por la manera de ayudar a las personas obesas o mal nutridas. En
realidad lo que busco es la manera de informar de lo que debería ser una
alimentación equilibrada y sana para que la sociedad vaya mentalizándose de que
la malnutrición es un acelerador de la muerte y de que se pueden cambiar los
malos hábitos para obtener una buena salud y prolongación de la vida.
Después de leer estas
explicaciones lo lógico es que surja la siguiente pregunta ¿Y cómo debemos
nutrirnos para no engordar y tener mejor salud? Desde luego que con la regla
famosa de “comiendo menos” NO. Parecerá increíble pero los estudios realizados
indican que se adelgaza comiendo (bien) y haciendo ejercicio. Nutriéndose
correctamente y haciendo ejercicio elevamos el metabolismo y por tanto quemamos
más calorías, es decir, ingerimos las proteínas, los hidratos de carbono, las
grasas, vitaminas y minerales y con eso aumentamos el tono muscular,
fortalecemos los órganos, regeneramos las células, etc., lo que significa que
todos los sistemas del cuerpo funcionarán correctamente. Pero con lo dicho no
es suficiente y para comprenderlo bien lo analizaremos más adelante porque,
claro, habrá que hablar del ejercicio físico para ver de qué manera adelgaza más y habrá que ver
qué cantidades de nutrientes se necesitan comer para que estemos alimentados y
que no se acumulen en forma de grasas. Lo que hay que tener muy claro es que la
guerra contra el sobrepeso es realmente la guerra contra la grasa que es la que
se va acumulando durante años haciendo que disminuya el tono muscular.
Hay personas que se pasan
media vida haciendo dietas para adelgazar
con el resultado de que lo consiguen temporalmente y luego vuelven a su
peso anterior. La mayoría de las dietas (y más las llamadas dietas milagro)
están hechas para adelgazar sin pensar que se deberían de hacer para nutrir o
satisfacer todas las necesidades del organismo. Lo que hacen es lo contrario
porque si pensaran en estudiar las necesidades nutricionales de la persona que
va a la consulta, no eliminarían nutrientes ni se guiarían solamente por la
ingesta de calorías sino que dirían la cantidad de nutrientes y de qué clase
para que estén nutridos y no se sobrealimenten (o lo contrario según el caso)
para que esos alimentos sobrantes no se conviertan en grasas. Si esos
profesionales lo hicieran así conseguirían aportar salud, pérdida de peso por
sí mismo al no comer lo que no se debe, y una gradual prolongación de la vida.
Lo cierto es que hay personas que desde su niñez llevan comiendo grandes
cantidades de azúcar, de bollería y, en definitiva, de calorías que engordan
pero no alimentan, cuando lo que se necesita es comer de manera controlada
haciendo cinco o seis comidas diarias y que esas comidas sean auténticos
nutrientes. Cuando esas personas hacen una dieta de esas que prometen peder dos
o tres kilos a la semana no se dan cuenta de que no se están nutriendo, por no
decir que no comen lo suficiente, o que lo que
pueden comer sin límite les engordará. Esas dietas son desequilibradas y
desproporcionadas y lo único que consiguen es que la persona se canse, se
aburra y no aguante más sus limitaciones que de nada sirven porque terminan
recuperando peso.
Pero adelgazar
saludablemente tampoco es darse una paliza a diario en el gimnasio, como en la
nutrición, también es conveniente saber qué, cómo y cuánto ejercicio se debe
hacer. El aeróbic está bien porque quema calorías, pero también agota (para
después comer) y no fortalece los músculos. Los ejercicios anaeróbicos
fortalecen los músculos y queman calorías pero también hay que saber cuáles y
cómo hay que hacerlos. Pero tanto unos como otros nos pueden beneficiar o no
dependiendo de si estamos bien nutridos o lo contrario. Por consiguiente, una
buena nutrición y un correcto ejercicio físico nos fortalecerá, elevará el tono
muscular y el metabolismo, y por tanto, quemaremos más calorías y
adelgazaremos. También quiero dejar claro que las personas que piensan que
hacer ejercicio y sudar adelgaza están equivocados porque así lo único que se
pierde son líquidos y minerales pero no grasa, que es lo que interesa. La grasa
se pierde elevando el metabolismo (donde también entra el ejercicio) y para
elevar el metabolismo hay que fortalecer los músculos y nutrirse bien, sobre
todo con proteínas. De esta forma regeneramos las células, fortalecemos el
organismo, mejoramos la actividad cerebral y del sistema nervioso, nos sentimos
enérgicos y no nos agotamos tanto y reforzamos el sistema inmunológico.
Podemos definir la
obesidad como el aumento del tejido adiposo que se manifiesta como un aumento
de peso, como tal, se puede considerar una enfermedad crónica, ya que está
relacionada con el aumento de mortalidad a través de las múltiples enfermedades
que se pueden derivar de ella y con el trastorno metabólico. Entre las causas
que producen la obesidad está, principalmente, el desequilibrio energético (la
ingesta de más calorías de las que se gastan) pero también se está investigando
la posibilidad de otras causas relacionadas con la genética. También pueden ser
causa de la obesidad, la actividad física, las alteraciones metabólicas y
endocrinas y algunos factores sociales y económicos. Para saber si una persona
es obesa hay que medir el índice de masa corporal (IMC) del que ya hablaremos
más adelante, y para tratarla hay que cambiar los hábitos alimenticios, hacer
ejercicio físico, hacer una dieta hipocalórica para consumir las reservas de
glucógeno y grasas para perder entre 500 y 1500 gr por semana. Para conseguir
esto no solo hay que hacer un programa personalizado, sino que hay que comenzar
por tener confianza en uno mismo y en tener paciencia y persistencia. Las
dietas que hacen perder mucho peso al principio, lo que más hacen perder es
líquido, con el inconveniente de que cuando se ha alcanzado el peso ideal (si
se alcanza) pronto se vuelve a recuperar lo perdido. Por eso es preferible
perder peso lentamente mientras se gana músculo y no se recupera peso, que
perder mucho en poco tiempo y recuperarlo después sabiendo, además, que estas
dietas exigen mucho sacrificio y hacen pasar mucho hambre. Es más, con las
dietas muy bajas en calorías desciende tanto el metabolismo que aunque sea una
dieta de 900 calorías no pierden peso después de los primeros kilos fáciles.
Por otro lado, estas dietas tan bajas en calorías llegan a consumir en gran
parte los músculos al no encontrar otra manera más fácil de consumir energía.
Por consiguiente, lo mejor que podemos hacer es huir de ellas y de otras que
solo tienen en cuenta los carbohidratos o las grasas porque, de una forma u
otra, todas desequilibran el organismo. No es necesario hablar de las pastillas
o complementos enlatados y demás que suplantan las comidas, cuando se deja la
dieta el cuerpo se abastece rápidamente de hidratos de carbono y de grasa como
precaución por si le fuerzan otra vez a pasar hambre, o sea, se engorda. Así es
que lo ideal es alimentar al cuerpo sana y equilibradamente para mantenerle
activo y para que, junto al ejercicio físico, su metabolismo se encargue de lo
demás, es decir, de que no engorde.
Comer seis veces al día es
mantener el metabolismo elevado, es tener el estómago siempre satisfecho, es
tener siempre aminoácidos en la sangre para regenerar tejidos, y es fortalecer
todo el organismo entre otras muchas cosas, pero claro, siempre que esos
alimentos sean nutrientes y no calorías vacías y grasas que se acumulan y
engordan. Lo que es contraproducente es hacer tres comidas abundantes al día,
así se sobrecarga el sistema digestivo y el exceso de calorías se transformará
en grasa, o lo que es lo mismo, no habrá una adecuada absorción de los
nutrientes, el nivel de azúcar en la sangre se excederá y el estómago aumentará
de volumen. Por consiguiente, lo más indicado es tener un horario de comidas,
repartiendo la cantidad total de proteínas, carbohidratos y grasas que se deben
tomar al día, y consumirlas en seis tomas, de esta forma habrá una mejor
digestión y asimilación de nutrientes y no habrá sensación de hambre. Excepto
el agua, podríamos decir que todos los alimentos producen energía a través de
complejas reacciones metabólicas, por
tanto y dependiendo de la cantidad, pueden engordar o no o unos engordar mucho y otros poco, pero lo
que no se debe hacer es una simple clasificación de los que engordan y los que
no sin tener en cuenta qué clase de nutrientes son, qué cantidad debemos
ingerir y cuántas calorías tienen cada uno de ellos. Como se trata de eso, en
esta obra dejaré claro cuáles son los
nutrientes de los alimentos pero también les clasificaremos según
beneficien en mayor o menor grado sus componentes, es decir, habrá que aprender
qué grasa es buena y cual no, que carbohidratos son buenos y cuáles no, y lo
mismo respecto a las proteínas. Con este dato y sabiendo la cantidad que
debemos comer según la naturaleza, constitución y ejercicio que hagamos, podremos adelgazar y estar sanos y
en nuestra línea.
Para llevar una
alimentación sana y equilibrada hay que cambiar muchos malos hábitos
alimenticios, tener un conocimiento del valor nutricional de los alimentos para
saber hacer una correcta elección, y saber cocinarlos para no desperdiciar en
lo posible sus propiedades. Aunque lo analizaremos profundamente en otro
capítulo haré una pequeña mención de los nutrientes esenciales para que el
lector vaya memorizando sus propiedades, estos son: Proteínas: Se pueden
considerar como el mecanismo o máquina que hace funcionar el cuerpo físico
(principalmente a través de los músculos) puesto que de ellas se forman las
partes sólidas. Los carbohidratos: Son la energía, el combustible que necesita
la máquina pero que cuando se consumen más de lo debido se acumulan en forma de
grasa; esta energía es necesaria para que trabaje el organismo, los músculos, y
el cerebro pero hay que saber elegir entre los buenos o malos, entre los que
benefician o perjudican. Las grasas: Aunque también son necesarias en pequeñas
cantidades diarias, se pueden considerar las reservas de esa máquina pero, como
en los carbohidratos, también es necesario hacer una selección entre las que
benefician y las que perjudican. Como podemos ver, con estos conocimientos
podemos hacer un estudio de nuestras necesidades nutricionales y, junto a una
tabla de ejercicios que expondré en otro capítulo, hacer nuestra propia dieta
que hará que tengamos a nuestro cuerpo, o mejor dicho a nuestro metabolismo, a
nuestra entera disposición.
Después de lo escrito
hasta ahora, lo más fácil es que el lector se pregunte ¿qué es lo que debo
hacer para adelgazar? la respuesta inmediata es “comer equilibradamente y
acelerar el metabolismo con ejercicio físico”. Las personas que tienen un
metabolismo basal lento acumulan el exceso de comida o de calorías en forma de
grasa y los que le tienen más activo o elevado, lo transforman en energía y
músculo. Comer poco, desequilibradamente o con un número muy inferior de
calorías a lo que le corresponde a una persona, es perjudicial para la salud.
Está demostrado que, ser obeso no significa que esa persona coma más que los demás, pero sí que su metabolismo está
muy bajo y, por tanto, lo poco que come sin control nutricional le engorda, es
decir, aún haciendo una dieta de 1000 calorías continuará engordando.
El metabolismo es el
mecanismo que utiliza el cuerpo para adaptarse a la cantidad de alimento que
introducimos pero que, a su vez, se puede ver alterado por medio del ejercicio
físico. Es el metabolismo (junto a la exagerada ingesta de calorías y a la vida
sedentaria) quien en realidad hace engordar. Cuando éste está bajo, y más aun
si se hace una dieta hipocalórica, no hay equilibrio energético ni suficiente
energía dentro de las células, entonces el cuerpo, en su afán de sobrevivir,
almacena toda la energía que puede ocurriendo, por lo general, que cuando se
acaba la dieta y se vuelve a comer como habitualmente se hacía, se vuelve a recuperar
el peso rápidamente. De aquí mi opinión de que es necesario hacer seis comidas
comenzando por un buen aporte de proteínas en el desayuno y, siempre que se
pueda, hacer ejercicio físico. Si no hacemos esto al comenzar nuestro trabajo
diario, será el metabolismo el que se encargue de tomar las proteínas que
necesite de los propios músculos, lo que, si a su vez estamos adelgazando por
desnutrición, hará que se manifieste la flacidez. Así es que, podemos decir
también que lo que hace una dieta falta de proteínas desde el propio desayuno
es inducir al organismo a ahorrar energía y, como he dicho, a engordar cuando
acabe el régimen. Por consiguiente, si ingerimos las proteínas adecuadas en
cantidad y calidad en cada comida, estaremos elevando el metabolismo, el cuerpo
no sentirá la necesidad de ahorrar energía, la energía será utilizada
correctamente por los músculos y el cerebro, no habrá degeneración de neuronas
ni de tejidos, y tampoco habrá ansiedad por comer más.
Con las dietas muy bajas
en calorías se pierde peso (más que nada líquidos y músculo) rápidamente, lo
normal es que se ingieran entre 500 y 800 calorías menos que las que le
corresponden a una persona según lo que desee perder, su estatura, su peso y si
hace ejercicio o no, pero no más. Precisamente, después de los primeros kilos,
cuesta más perder peso porque esa dieta hipocalórica ha hecho descender el
metabolismo, así es que cuando más dure la misma habrá más insuficiencia
energética y más bajará el metabolismo que, a su vez, impedirá el adelgazamiento
pero consumirá músculo; no es necesario que repita por qué después del
“estancamiento” viene el engorde. Si nos alimentamos como especificaremos a lo
largo del libro y hacemos unas horas a la semana de ejercicio físico, el
metabolismo así acelerado, se encargará de que haya más energía en las células
y de que no se produzca dicho almacenamiento en forma de grasa. Resultado:
¡Adelgazar saludablemente y dar forma a las líneas de nuestro cuerpo!
Si se quiere perder peso
no hay que dejar de comer sino que hay que gastar más calorías de las que,
según la naturaleza de la persona, le corresponde. Es cierto que si se come
menos se adelgaza como también lo es que un coche puede andar con menos aceite
en el motor del que le corresponde, pero cuando
ese poco aceite se vaya consumiendo vendrá el colapso. Si adelgazar
fuera tan fácil como no comer no habría personas obesas en el mundo, el
problema está en que las típicas dietas
que se basan en esa idea hacen que, por lo general, la persona se estanque en
su pérdida de peso y poco después recupere sus kilos perdidos o incluso más.
Entonces surgen las preguntas ¿y para esto me he sacrificado yo? ¿y para esto
he sufrido por no poder comer lo que otros y he estado de mal humor?
Cada uno de nosotros somos
un mundo diferente en sentido físico, emocional y mental, lo que cada vez se
demuestra más a través de la genética y, como prueba razonable de ello, diremos
que una misma dieta no siempre tiene los mismos efectos en todas las personas.
Por consiguiente, la norma general de las dietas basadas simplemente en el
control de las calorías no debe ser tampoco exactamente fiable. Cuanto más se
investigue lo que ocurre con los alimentos desde que entran en el cuerpo más
cerca estaremos de la mejor dieta regeneradora, saludable y longeva. Por tanto,
el control de las calorías que ingerimos es importante pero no suficiente, eso
es como decir que para vivir es suficiente con comer y beber, ¡Sí! Pero ¿en qué
estado de salud y con qué cuerpo? Para perder el peso que nos sobra y después
mantener ese peso y llevar una vida saludable solo es necesario saber cómo
funciona nuestro organismo, cómo alimentarle para que no haya sobrepeso ni
desnutrición y cómo evitar que acumule grasa. Eso solo se consigue haciendo una
dieta personalizada y haciendo un poco de ejercicio, eso es lo que intentaré
dejar claro en este libro a través de la información y de la clave del
aprendizaje en la vida, es decir, “la repetición”
La diferencia entre hacer
cualquier dieta que en un principio nos haga perder mucho peso en poco tiempo,
y hacer otra con la que estaremos sanos a la vez que perdemos peso y
potenciamos nuestro organismo para quemar grasa, es mucha. Con esta última no
conseguiremos resultados rápidos pero tampoco serán temporales si la hacemos correctamente.
No se trata de hacer una dieta y nada más dejando el futuro como una incógnita,
de lo que se trata es de que la persona cambie sus hábitos y tenga el
suficiente conocimiento como para saber nutrirse a la vez que no gana peso y
mantiene sus músculos y su metabolismo activos. No se trata de llevar una dieta
que agobie, que limite, que debilite el organismo y que nos cause estrés, sino
de llevar una dieta con la cual, una vez acostumbrados, no nos cause
preocupaciones por si volvemos a acumular grasa. Se trata de que nuestra mente
y nuestra voluntad controle nuestro organismo y nuestro cuerpo a través de
estos conocimientos. Es muy difícil que una modelo, una deportista o una simple
mujer con un buen tipo libre de grasa lleve una vida sedentaria o se siente
todos los días varias horas en el sofá a ver la televisión teniendo algún
alimento entre sus manos. “Quien algo quiere algo le cuesta” y, antes de llegar
a la frustración, a la desesperación o al abandono, es preferible esforzarse
para crear ese nuevo hábito de vida y de alimentación sabiendo que será para
siempre por sus buenos resultados. No todas las dietas sirven para todas las
personas, por eso lo mejor es hacerse la propia dieta según sea nuestra
naturaleza, hábitos actuales e ideales futuros. Para adelgazar hay que llevar a
la práctica unos conocimientos básicos pero para adelgazar más hay que hacer un
estudio de nuestras necesidades tanto en la alimentación como en el ejercicio
físico. Así es que, comencemos por saber cuantos kilos debemos perder y qué
objetivos nos fijamos respecto a la línea a nuestro cuerpo y respecto a cómo
olvidarnos de nuestros malos hábitos; lo demás lo encontraremos en este libro
¿estás psicológicamente dispuesta? ¿está tu voluntad en este momento preparada
para ello? ¿sí? pues ¡adelante! Se puede conseguir con un poquito de interés y
de voluntad pero lo mejor de todo es que los buenos resultados que se pueden
obtener PUEDEN SER PARA TODA LA VIDA.
Además de esto solo es
necesario tener paciencia y persistencia, la pérdida de grasa y el aumento de
músculo está asegurado pero todo dependerá de lo que el interesado o interesada
ponga de su parte. Olvidarse de las dietas milagro y no tener prisa por
adelgazar es la clave, si la acumulación de 10 kilos de grasa se ha efectuado
en seis años no podemos pensar que lo eliminaremos en un mes, eso nos llevaría
a la desnutrición y al efecto yo-yo; la
nutrición es una ciencia y como tal debemos tratar la pérdida de peso para
obtener salud y belleza corporal. En este libro expondré las estrategias y el
conocimiento necesario para adelgazar sin ningún peligro de desnutrición, sin
pasar hambre y sin esas reglas tan estrictas que hay en el mercado de los
regímenes, pero también debe tener en cuenta el lector que una dieta debe ser
una motivación constante para obtener salud y belleza y que la fuerza de
voluntad y la autosugestión deben estar siempre presente para luchar contra la
grasa. Estos son algunos de los conocimientos que se pueden obtener de este
libro para luego llevarlos a la práctica:
* Conocimiento de los alimentos que son
verdaderamente nutrientes y que menos
engordan.
* Qué cantidad debemos comer de cada uno para
mantenernos sanos y fuertes.
* Cuantas calorías, proteínas, grasas y
carbohidratos tienen los alimentos más comunes
para poder
controlarlos.
* Medios para saber cuántas calorías necesitamos
comer para estar en nuestro peso o
para
adelgazar.
* Cuántos kilos necesitamos perder y cómo hacerlo
saludablemente.
* Qué clase de ejercicio debemos hacer para ayudarnos
a perder grasa y para elevar el
metabolismo.
* Cómo evitar el estancamiento y la recuperación de
peso.
* Cómo acelerar el metabolismo para poder quemar más
calorías y perder más grasa.
* Cómo hacerse la propia dieta para perder peso y
para mantenerse.
* Cómo conseguir todo esto sin pasar hambre y sin
matarse haciendo ejercicio físico.
* Cómo combinar y repartir los nutrientes en las
diferentes comidas según las
necesidades.
* Saber que proteínas, grasas e hidratos de carbono
debemos consumir para mantener
nuestro
peso ideal.
* Qué diferencia hay y qué beneficio aportan los
ejercicios aeróbicos y los anaeróbicos.
* Qué ejercicios son aconsejables y cuánto tiempo es
conveniente practicarlos.
Sin
embargo, conseguir todo dependerá de tu fuerza de voluntad, de tu paciencia, de
tu persistencia y de la fe que tengas en ti misma/o. Este libro enseña a
disfrutar de una nueva forma de alimentarse cuyos resultados aportan buena
salud y una figura ideal, pero para conseguirlo hay que interpretarlo como una
forma de vida y de alimentación y no como una dieta temporal ¡No caigas en ese
error! Quien persiste una y otra vez al final vence, pero quien sabe utilizar
su voluntad para razonar ante las tentaciones de los deseos, también es fuerte
y consigue lo que desea. No te dejes dominar por las tentaciones de los
placeres del paladar ni por la gula, ¡Razona y vencerás!
del libro: ¿ ADELGAZAR y resaltar la BELLEZA ? ¡ ES FÁCIL !
Francisco Nieto Vidal
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