La Obsesión según Manuel Filomeno de Miranda
Definiciones
“La obsesión es una virosis de muy amplia génesis, muy desconocida entre los estudiosos de la salud física y mental. Sus sutilezas y variedades de manifestación tienen ángulos y complejidades muy difíciles de ser detectadas por los hombres, en vista de la dificultad que tienen de penetrar en las profundidades generadoras del problema.” (Locura y Obsesión Cap. 2)
Obsesión – segundo Allan Kardec – es el dominio que algunos Espíritus ejercen sobre ciertas personas. Siempre es practicada por Espíritus inferiores, que buscan dominar. Los buenos Espíritus no se imponen. Aconsejan, combaten la influencia de los malos y, si no los escuchan, se retiran. (...) La obsesión, bajo cualquier modalidad que se presente, es una enfermedad de largo curso, exigien-do terapia especializada de segura aplicación y de resultados que no se hacen sentir rápidamente. (Entretelones de la Obsesión Cap. Examinando la Obsesión)
Al inicio de la obra En las Fronteras de la Locura (EFL)1 encontramos un análisis de las ob-sesiones basado en el Cap. 23 de El Libro de los Médiums que recomendamos su lectura a los inte-resados. Ese texto aclara sobre la obsesión simple, la fascinación y la subyugación. Resumidamente podemos comprender que todos, encarnados y desencarnados, vivimos en un constante proceso de intercambio, consciente o inconsciente, siendo que las ideas y sugerencias per-turbadoras son aceptadas y asimiladas por falta de vigilancia o desequilibrios en el campo del sen-timiento, del pensamiento y del comportamiento. “Asaltada por vibraciones negativas, la mente ociosa o indisciplinada, viciada o rebelde, registra la interferencia y al no ajustarse a un programa educativo de la voluntad, recibe el impulso de la idea, permitiéndose aceptar la sugestión, que al-berga y se fortalece en forma acomodaticia de los complejos y traumas de los comportamientos pe-simistas o exaltados que son peculiares a cada uno.” (EFL p. 14)
De acuerdo con la afinidad y la sintonía se establece el intercambio mental entre obsesor y obseso, desbordando los problemas acumulados en el inconsciente, conforme las experiencias de etapas pasadas. “Como efecto natural, surgen los síndromes de la inquietud: la desconfianza, el estado de in-seguridad personal, las enfermedades de poca importancia, los fracasos que se suman a las angus-tias, dando paso así a la incertidumbre y a la más amplia perturbación interna.” (EFL p. 16)
“Una vez se establece la comunicación, el proceso continúa fijando y ajustando las clavijas del canal obsesivo con el aparato receptor, que a partir de ahí comparte sus ideas con las ideas que le son insufladas.” (EFL p. 17) Con el tiempo, el obseso pierde la noción del ridículo, pasa a reflejar el comportamiento y hábitos del obsesor, se aleja de aquellos que le podrían auxiliar en el proceso que es conocido como fascinación.
“En el panel de las obsesiones, a medida que se agrava el cuadro de la interferencia, la volun-tad de la víctima va perdiendo el control de comando personal, en razón directa en que el invasor asume el gobierno.” (EFL p. 18) Una vez cedido el control al obsesor, está instalado el proceso de subyugación de difícil erradicación.
1 Editorial Edil 1991
Proceso
“... El perseguidor desencarnado, reencontrando a aquel que lo hizo infeliz, se aproxima, por la ley de afinidad-débito-crédito, emitiendo las ondas de sentimiento rencoroso, alcanza y sincroni-za con las matrices morales del endeudado, como verdaderos enchufes que se le fijan (...), pasando el perseguido a experimentar el pensamiento invasor, que lentamente le aliena, por desequilibrar las sinapsis neuronales, el sistema nervioso central y algunas glándulas de secreción endocrina... Con el tiempo, lo que tan sólo una influencia perniciosa, desequilibra la armonía de las comunicaciones mentales, transformándose en la conocida locura...” (Tormentos de la Obsesión Cap. Las Obsesiones Sutiles e Insidiosas)
Causas
“Las causas de la obsesión varían, de acuerdo con el carácter del Espíritu. Es, algunas veces, una venganza que se toma de un individuo de quien guarda quejas del tiempo de otra existencia. Muchas veces, también, no hay deseo de hacer mal: el Espíritu, como sufre, quiere hacer que otros sufran; encuentra una especie de placer en atormentar, en provocar vergüenza...” (Entretelones de la Obsesión Cap. Examinando la Obsesión)
“La obsesión (...) solamente ocurre en razón del comportamiento irregular de quien se desvía del derrotero de hacer el bien, creando animosidades y generando réplicas. (...) La conexión sola-mente se dará por identidad de sintonía, por propensión a la afinidad en que se manifiestan. Por ese motivo, la obsesión siempre resulta de las defecciones morales del Espíritu con relación a su próji-mo, y de ese, infeliz y desencaminado, que no se permite disculpar y dar nuevas oportunidades a quien le haya perjudicado.” (Tormentos de la Obsesión Cap. La Amarga Experiencia de Leoncio)
“... Solamente suceden las obsesiones porque existen deudores. Todo obsesor, por más insensible y cruel que sea, es sólo un enfermo que se vio traicionado y no ha sabido o querido superar la situación de dolor a la que fue arrojado. Mientras no luzca el perdón de la antigua víctima y la trans-formación moral del infractor, la problemática aflictiva continúa, cambiando sólo de forma o de actitud de quien persigue y de quien es perseguido.” (EFL Cap. 14, p. 96)
“El egoísmo, sin duda alguna, es la sórdida mazmorra de los orgullosos, que la prefieren hasta cuando la alucinación los vence y, solamente despedazados, se dejan retirar de los lugares en los que los aprisionan sus propios pensamientos.” (Tramas del Destino Cap. 11)
“Por ahora, (…) el sexo ha sido objeto de servidumbre y de abuso, manifestándose en la locu-ra que se esparce en la Tierra carente de ideales nobles y llena de vergüenzas aflictivas. Como me-canismo de fuga de los compromisos de la lucha y de renovación, millones de seres extravagantes y ansiosos se lanzan a los despeñaderos de las pasiones sexuales, buscando, en el placer inmediato y relajante, lo que no consiguen por medio de los esfuerzos renovadores del amor sin manchas y del bien sin retribución. Por eso, la obsesión del sexo (...) se presenta dominadora en la sociedad terres-tre de nuestros días. (Sexo y Obsesión Cap. 15)
El mal de Alzheimer y la obsesión. (Tormentos de la Obsesión Cap. Las Obsesiones Sutiles e Insidiosas)
Casos
El primer caso registrado en el libro “En las Fronteras de la Locura” (EFL) dice respecto a un proceso de obsesión colectiva que ocurre durante el carnaval: “Las mentes, en el torpe comercio de los intereses subalternos, habían producido una psicosfera pestilente, de la cual se nutrían bacterias psíquicas, formas-pensamiento de la mezcla con Entidades perversas, viciadas y dependientes, en un espectáculo desordenado, deprimente. Las dos esferas – la física y la espiritual, en perfecta sin-tonía – se mezclaban, sustentándose, disputando mayores concesiones en simbiosis psíquica...” (EFL Cap. 1, p. 21)
El segundo caso de EFL es el de una mujer que está en tratamiento por las vías de la psiquiatr-ía, pero para la cual se ignoró hasta entonces la realidad espiritual. Ella no desea ser madre, pero tiene deudas con un Espíritu que se propone perdonarla en el caso que le acepte como hijo. Ella pre-fiere el aborto que causa la rebeldía del rechazado, el cual pasa a perseguirla. Becerra de Meneses informa en ese caso de Julinda, “el remordimiento fue el puente del cual se aprovecho Ricardo para dominarla. Junto al natural sentimiento de culpa que se instaló en ella, el enemigo le impuso la idea de la locura, amedrentándola y haciéndole fijar el momento del aborto delictuoso con lo que ter-minó por vencerla, poco a poco.” (EFL Cap. 25, p. 154)
Hay una referencia al llamado vampirismo que ejercen algunos obsesores sobre un grupo de desencarnados que abusaran del poder, engañaron a la gente, vivieron de recursos ajenos durante la reencarnación, desde entonces manipulados por esos perseguidores. (EFL Cap. 7, p. 56)
En las Fronteras de la Locura, aborda la cuestión de las drogas y sus efectos, así como la ex-plotación que los Espíritus desequilibrados ejercen sobre los viciosos (Cap. 9 y 11). Los componen-tes tóxicos liberados por las drogas pueden lesionar el cuerpo físico y el periespíritu, influenciando la formación de los cuerpos en nuevas etapas reencarnatorias. Pueden, también, desarticular el dis-cernimiento e interrumpir los comandos del centro de la voluntad. También facilitan crueles obse-siones, afectan los centros de la memoria y pueden causar demencia.
Auto-obsesión – caso de Lisandra en Tramas del destino (Cap. 7) que, por rebeldía, pereza y apatía se entrega a la influencia del pasado que se convierte en auto-obsesión en la presente encar-nación.
El caso de Leoncio en Tormentos de la obsesión: “Nuestro querido Leoncio experimentó la dádiva del conocimiento espírita, pero le faltaron los recursos morales...”
Terapia
Conforme sea el caso de la obsesión, varían también los recursos terapéuticos. Como no ocu-rren milagros, “toda persona que desee contribuir en la esfera del socorro desobsesivo, no debe des-cuidar su conducta íntima, ni sus ligaciones con el Plano Espiritual Superior, de donde fluyen los recursos lenificadores y saludables para emprender el amor”. (EFL p. 20)
“Los tratamientos de la obsesión (...) son complejos, exigiendo alta dosis de renuncia y abne-gación de aquellos que se ofrecen y se dedican a ello.” (Entretelones de la Obsesión Cap. Exami-nando la Obsesión)
“Nuestras providencias de socorro no generan clima de privilegio ni proteccionismo injustifi-cable. Cada uno de nosotros respira la psicosfera que produce en el campo mental. Todos somos las aspiraciones que cultivamos, las labores que producimos.” (EFL Cap. 12, p. 85)
Intercesión de la madre de Julinda que te tenía meritos para auxiliar a la hija. (EFL Cap. 25, pag. 154)
Becerra de Meneses informa que “la oración mediadora, si es realizada con unción y con sen-timientos elevados, envuelve a aquel por quien se recurre, considerándose que toda emisión mental, de acuerdo con su intensidad y el contenido que le da frecuencia, termina por alcanzar a quien se destina. La oración es una poderosa vibración de la que el hombre no ha sabido valerse como sería de desear”. (EFL Cap. 25, p. 154)
Los pases. (EFL Cap. 25, p. 155)
Ejemplos de pases y el estudio de El Evangelio en el hogar en el cap. 15 de Tramas del Destino.
Las reuniones mediúmnicas. Atendimento a Ricardo. (EFL Cap. 25, p. 157)
El mecanismo de los sueños para afirmar el soporte de la familia. (EFL Cap. 29)
El Evangelio según el Espiritismo. (Tramas del Destino Cap. 10)
“Delante del cuadro múltiple de las auto-obsesiones, de las obsesiones simples y complejas como de las que se manifiestan en áreas mixtas de alienación por interferencia espiritual, la contri-bución del enfermo es indispensable y relevante. Sin que él produzca, aunque con mucho esfuerzo, un cambio de actitud mental con la ejecución de un programa edificante, en el cual conquiste sim-patía y solidariedad, mereciendo ser auxiliado, cualquier ayuda de alguien, resulta, casi siempre, nulo. No existiendo una fuerte predisposición interior del enfermo, en casos de esa naturaleza el pa-ciente siempre encuentra motivos para no hacer el esfuerzo, creyendo estar contribuyendo al máxi-mo, por el hecho de tener su voluntad viciada, por la falta de persistencia en el bien y de la ausencia de una creencia fuerte en Dios. Los estímulos externos, producen efecto positivo pero transitorio, porque no logran romper las vibraciones densas de la disculpa y de la auto piedad, de la rebeldía sin palabras y de la ira que destila, en cuyas redes se refugia.”
Por medio de la lectura evangélica, el espíritu se llena de esperanza y se renueva, abriendo verdaderas claridades y brechas en la psicosfera densa que elabora, y de la cual se alimenta, dando lugar a que penetren otras energías benéficas que lo predispongan para el bien, de intervalo a inter-valo, hasta que logran modificar el panorama interior, animándose a intentar mejores acciones.” (Tramas del Destino Cap. 11)
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